Según la leyenda, había un toro que custodiaba la cima de la montaña, impidiendo que nadie la alcanzara. Un día unos monjes llegaron a la cumbre atraídos por unas luces misteriosas que salían de su cima. El toro enfurecido les salió al paso, pero al ver las cruces que portaban los monjes, los guio mansamente hasta una gruta situada en lo alto de la montaña donde se hallaba una imagen de la Virgen María, quien sería llamada «Nuestra Señora de Monte Toro» o «Nuestra Señora del Toro».
358 metros de altitud pueden parecer pocos para un monte, pero si éste se encuentra ubicado en una isla mediterránea de menos de 700 kilómetros cuadrados la cosa cambia. Desde su cima se puede divisar todo el perímetro de Menorca, e incluso divisar la vecina Mallorca en días claros. ¿Subimos a disfrutar de las magníficas vistas que nos ofrece Monte Toro?
Es precisamente el santuario de la Virgen de Monte Toro -regentado hasta el pasado mes de marzo de 2018 por monjas de la orden franciscana de la Misericordia- sitio de peregrinación por tratarse de la patrona de Menorca. Construido en el siglo XVII (1.670) sobre los restos de una antigua iglesia gótica, allí encontraremos la talla en madera de la virgen. La planta de la iglesia es de una única nave con tres capillas a cada lado. En una de ellas se muestra la cueva donde es encontró a la virgen, así como el ánfora donde permaneció escondida bajo tierra durante la Guerra Civil. La iglesia está coronada por una pequeña cúpula construida sobre el crucero y está abierta todos los días para peregrinos y visitantes con entrada gratuita para todo aquel que se acerque hasta allí.
Fuente: https://es.wikipedia.org